Quizás os asalten dudas sobre si vuestr@ hij@ os está contando sus problemas o preocupaciones y os inquieta que no sea así y no podáis tener la oportunidad de ayudar.
A mí me gustaría daros algunas ideas sobre cómo relacionaros para aumentar su confianza en vosotros y afianzar relaciones sanas:
Primero: Los padres serviréis de modelo y espejo en que se miran, por lo que siempre es mejor educar “con el hacer” que “con el decir”. Me explico, primero deberéis mostrar vuestra confianza en ell@s. Apoyaros y comunicaros sin miedo a expresar vuestros sentimientos y permitid que tome decisiones propias y asuma sus equivocaciones, acompañando sin críticas.
Segundo: Vuestro objetivo será fomentar su individuación e individualización:
- Siendo tolerantes y empáticos: Esforzaros por entender los cambios generacionales y nuevos comportamientos sociales. Esto conlleva entender cómo piensa y aceptarlo como una forma de pensamiento posible aunque sea distinta a la vuestra.
- Interesaros por sus gustos: hacedlos válidos aunque no los compartáis e involucraros en ellos (por ejemplo: buscar información sobre el grupo de música que le gusta, los cómics que lee o las serie que ve, proponerle planes relacionados con ello, dar mensajes de agrado ante estos gustos, no menospreciarlos…).
- No minimicéis o infravaloréis aquello que le resulta importante: Todas las emociones que siente son válidas y ciertas (por ejemplo: evitar decir “eso es una tontería, no tiene la menor importancia, no es para ponerse así…” y sustituirlo por “entiendo que te sientas así, sé que esto es importante para ti…”)
- Ayudad a reconocer su estado emocional ante una situación y motivadle para buscar distintas soluciones, en lugar de darle la respuesta “correcta”.
- Haced que sea “capaz de hacer”: Integrará de sí mismo la idea que vosotros le expreséis. No decir “eres” sino “has hecho/no has hecho”. (NO “eres vago”, SI “no has cumplido tus responsabilidades”).
- Valorad su esfuerzo, no el resultado final: Enfocando vuestra atención a sus logros dentro de sus capacidades, ajustando vuestras y sus expectativas. Entended que hay diferencias individuales, a unos se les da bien las matemáticas y a otros el deporte o las artes.
Tercero y último, pero no por ello menos importante: Es aconsejable actuar así desde su infancia, pero a mí me gusta pensar que nunca es tarde para aprender y mejorar. Os animo a poner en marcha estos mecanismos y pronto veréis resultados.